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En el verano, los lugares más concurridos por la población son las piscinas. Darse un chapuzón para refrescarse por las altas temperaturas resulta relajante y hasta divertido, pero también podría causar algunas enfermedades, si no se tienen en cuenta las recomendaciones de los especialistas. 
En Perú, el caso de la pequeña Gabriela, una niña de apenas 10 años que se contagió con la llamada “ameba come cerebros” generó alarma en la población. 
El parásito, que habita en aguas contaminadas, puede ingresar por las fosas nasales y en casos muy extraños se mete al cerebro a través de la nariz, en donde segrega una enzima que destruye la masa cerebral y produce una meningoencefalitis, cuyos síntomas son fiebre, náuseas y vómitos, incluso un dolor de cabeza frontal severo. Mientras avanza la enfermedad, la víctima puede experimentar rigidez en el cuello, alucinaciones, convulsiones hasta llegar a un estado de alteración mental, lo cual puede provocar un coma.
Las enfermedades Gastrointestinales son produccidas por contaminacion de las personas dentro de las piscinas. También se pueden presentar enfermedades por exceso de cloro, por eso brindamos asesorias a las personas encargadas de las piscinas, para evitar este tipo de problemas